Francesco Totti y la leyenda que se resiste al final
"El Emperador" y otra jornada para el aplauso
@dbmansilla
Mucho se discute en la actualidad sobre lo que podrían gastar Chelsea, Manchester City, Paris Saint Germain, Real Madrid o los nuevos ricos como el Inter o Valencia por hacerse de los servicios de un futbolista mediático, que venda portadas antes de su propio talento. Se especuló mucho sobre un pase de Lionel Messi al club de Stamford Brigde, o que Cristiano Ronaldo podría volver a recalar en el United. En fin, don dinero mueve masas, mueve futbolistas, mueve nombres pero pocas veces mueve hombres.
Tiene 38 años de edad y desde 1989 está ligado con la Roma. El 28 de marzo de 1993, con apenas 16 añños de edad, FRANCESCO TOTTI debutó en la Serie A en un encuentro entre el cuadro romano y el Brescia con triunfo para la "loba" por 2-0. A partir de ese momento se comenzó a gestar un nombre que en Italia, sería sinónimo de elegancia, maestría pero sobre todo fidelidad.
Fidelidad, una palabra que poco se conoce hoy en el fútbol y que en Italia, su último representante había sido Paolo Maldini, quien en su carrera profesional solamente defendió dos camisetas: La del AC Milán y la de la Selección de Italia. Francesco sigue ese camino y a pesar de ser ya un jugador a puertas del retiro, nunca se le pasó por la cabeza jugar en otro equipo que no sea la Roma.
Y así fuera el Real Madrid, que en 2000 ofreció llevarlo a sus filas para integrar la denominada era de los Galácticos junto a Luis Figo, Zidane, Ronaldo, entre otros. Totti optó por rechazar esa opción, por rechazar lo que pudo ser un camino sencillo al Balón de Oro o a ganar una Champions League. Nada de eso, la gloria quiso buscarla con la Roma y lo logró.
Apenas cinco títulos nacionales con la Roma (Una Serie A, dos Copa Italia, dos Supercopa de Italia) ocupan el palmarés del "Emperador de Roma". Imposible olvidar ese título liguero en 2001 en una dupla de temer con Gabriel Omar Batistuta, otro que buscaba escribir su propia historia ganando un título local. Ambos se unieron y lograron lo que muchos creían imposible en medio del dominio de la Juventus y el Milán por esos años.
Francesco Totti nos acaba de dar otra lección: Anotó dos goles en el clásico romano ante Lazio y comandó la recuperación de los "Giallorossi" en el partido. Y por si fuera poco, regaló una celebración inusual para el fútbol tras el segundo gol con su selfie. En fin, es Francesco, al emperador que se le permite todo y que le da la contra al paso de los años. Es Totti, el hombre leyenda, el guerrero fiel a sus colores que no quiere dar por perdida la batalla ni ante el más encarnizado rival, el hombre que no quiere trofeos individuales, quiere que el fútbol sea la diversión de él y la de su gente.